Los campos mallorquines se tiñen de color, los almendros en flor, el clima templado, huele a reencuentro y al despertar de nuevas emociones. Mallorca en primavera.
Vuelve Can Aulí.
Despierte sin prisas en el corazón de Pollença, entre cerámicas, tejidos naturales y huevos ecológicos recién hechos. Sumérjase en sus callejuelas adoquinadas y disfrute de un buen café, descubra su historia, su arquitectura y su artesanía. No olvide visitar su mercado de domingo.
Recorra la Sierra de Tramuntana en bici y explore las playas salvajes y paradisíacas del noroeste de Mallorca.
Y vuelva a casa al atardecer…